Imagina despertar en el año 2022 y descubrir que tus piernas ya no responden, que el simple acto de caminar se convierte en un desafío insuperable. Así empezó mi viaje hacia la recuperación de la movilidad perdida. ¿Desalentador? Por supuesto. ¿Motivo para rendirse? Jamás. Permíteme compartir contigo mi travesía.
Al principio, me encontraba exhausta, sumida en un mar de incertidumbre y fatiga. Pasaba horas durmiendo, buscando energía en un cuerpo que parecía haberme abandonado. Pero ¿sabes qué? A pesar de todo, no perdí la esperanza. Me aferré a la determinación, me lancé a explorar cada rincón en busca de respuestas y de soluciones.
Recorrí consultorios de especialistas, devoré información en busca de terapias y alternativas. Con el tiempo, armada de paciencia y persistencia, empecé a ver destellos de progreso. Establecí una rutina, un compromiso diario conmigo misma: caminar. Al principio, apenas daba un paso y siempre con ayuda, pero cada avance, por pequeño que fuera, era una victoria sobre la adversidad.
Mes tras mes, aumentaba el número de pasos, desafiando mis propios límites hasta que, finalmente, conseguí avanzar. ¿El secreto? No existe una fórmula mágica, sino la voluntad inquebrantable de seguir adelante, incluso cuando el dolor y la frustración intentan detenerte.
Hoy, en el 2024, puedo decir con orgullo que camino. Sí, aún hay días difíciles, momentos de parálisis que amenazan con desanimarme. Pero me aferro a mi meta diaria de 2500 pasos, un pequeño hábito que me lleva a recorrer los senderos del bosque cerca de mi casa. Celebro cada paso como una victoria personal.
Si te encuentras en una situación similar, te invito a mirar en tu interior, a escuchar a tu cuerpo y encontrar tu propio ritmo. No se trata de alcanzar metas imposibles, sino de persistir, de conocer tus límites y respetarlos. Pide ayuda si la necesitas, rodéate de amigos y familiares que te apoyen en esta travesía.
No te engañaré, habrá días difíciles, momentos en los que querrás rendirte. Pero recuerda, la constancia será tu mayor aliada en esta batalla. Si yo pude, tú también puedes.
Y si deseas conocer más sobre mi experiencia, no dudes en dejar un comentario. Estoy aquí para compartir y apoyarte en tu propio camino hacia la recuperación.
¡No te desanimes! ¡Todo es posible! El Longcovid no nos vencerá. ¡Sigue brillando! ✨
Con cariño,
Alma
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